Más allá de ser una metodología, Agile tiene detrás toda una filosofía que involucra una nueva forma de organizar el trabajo. Agile busca entregar calidad en todos los productos o servicios y así dar respuesta a las distintas necesidades de cada proyecto donde las prioridades cambian a gran ritmo.
La metodología Agile nació en 2001 luego de que diecisiete empresas de software se reunieron y mostraron las mejores prácticas que tenía cada una de ellas. Esto dio paso a un documento llamado Manifiesto Agile enfocado en modelos de mejora continua.
Desde entonces muchas empresas involucradas en el desarrollo digital buscan implementar y adaptar la metodología Agile en sus áreas para poder entregar más calidad a costos menores.
Agile tiene cuatro valores fundamentales
- Interacciones individuales sobre procesos y herramientas.
- Un software de documentación completa.
- La colaboración con el cliente en todo el proceso.
- RevisiónRespuesta inmediata a cambios.
¿Qué proyectos pueden incluir la Metodología Agile?
Los proyectos más convenientes para incluir esta metodología son aquellos que tienen plazos agresivos, cuentan con una complejidad alta y, además, tienen un alto grado de singularidad. Es decir, se recomienda implementar la metodología Agile cuando se hace algo realmente novedoso o nuevo para el equipo ya que si se desea implementarlo en una tarea que se hace de manera constantemente y no aporta ningún grado de novedad, probablemente no se necesite este método.
Citando un ejemplo de Mike Cohn que nos sirve como analogía, si estamos en una fábrica en la que construimos el mismo automóvil de manera constante entonces aprenderemos rápidamente cómo se construye ese modelo. De este modo no será necesario adoptar la Metodología Agile porque la novedad de la situación es prácticamente nula.
Dicho lo anterior, no olvides que además de lo novedoso que debe ser cada proceso, también se necesita considerar su complejidad y el grado de urgencia, ya que Agile está diseñado precisamente para mantener el enfoque y la intensidad de los proyectos.
Las ventajas
En este punto seguramente ya te preguntaste si es que tu proyecto cumple las características suficientes para adoptar esta metodología. Ten en mente que cada proyecto —Por muy similar que sea a otro— es único y sus necesidades también lo son, así que sé muy cauteloso al elegir.
No perdamos de vista las ventajas que trae consigo adoptar esta metodología. Por ejemplo, una de las principales ventajas es que son fórmulas que permiten cambiar las propiedades de en función de la fase del proyecto en la que estemos, de este modo nos permite reaccionar a imprevistos sin comprometer los objetivos que se han trazado previamente.
La maravilla de Agile recae en que no se planea con base en un proyecto final, el lugar de eso, van tomando lugar fases en los que se trabaja por periodos cortos de tiempo dentro de los cuales hay retroalimentación constante para asegurar que la entrega final cumpla las metas y requisitos planteados por el cliente.
Fácil adaptabilidad
Sin duda este tipo de métodos ha logrado colarse no sólo dentro de la industria tecnológica si no en la mayoría de giros empresariales. Esto debido a su fácil implementación, ya que sólo necesitas tener un proyecto y alguien que lo lleve a cabo teniendo en cuenta los valores fundamentales de la Metodología Agile.
La adopción de toda esta filosofía está ayudando a las industrias a tener prioridades claras, generando un pensamiento global, pero sobre todo, da paso a que los equipos colaboren multidisciplinariamente para enriquecer los resultados.